martes, 24 de abril de 2012

RASGOS CARACTERÍSTICOS DE LA CULTURA

Para iniciar podemos hacer referencia a Alonso Reyes en “Homilía por la cultura” cuando expresa: "La cultura es una función unificadora. La concebimos bajo la especie geométrica del círculo, la figura total y armoniosa. La función unificadora tiene un cuerpo y un alma. En el orden individual o moral, todos lo entienden. En el orden social o político, el cuerpo es la geografía (necesidad) y el alma es la concordancia (libertad). La voluntad de concordia, de coherencia, de intercambio procura, en todos los pueblos y a través de todas las tierras, nivelar y anular las desigualdades geográficas para que la circulación humana sea más plena y regular en la tierra. Se trata de hacer de la tierra natural –accidente de la geografía- una tierra humana, fruto de nuestra iniciativa hacia el bienestar y el mutuo entendimiento”.[1] Como quien dijera, su radio de acción es sin límites y su accionar, sin fronteras.

Así como para Parsons la cultura es un sistema organizado de símbolos, o para Bourdieu, quien la considera como hábito que constituye sistemas durables pero transmutables, para muchos otros desde perspectivas diferentes la cultura tiene su propia manifestación; gracias a que no es un objeto terminado sino en continua construcción, ni un objeto determinado sino algo determinante.

Definitivamente, cuando se trata de abordar el tema de la cultura, se requiere cabalgar juiciosamente por senderos de todo tipo. Hablar de cultura lleva inmerso temas como política, arte, economía, costumbres, pensamiento, filosofía, ciencia, educación, prácticas, normas, creencias y comportamientos, que configuran los paradigmas que rigen el desarrollo social, político y hasta económico de los sujetos que hacen parte de una comunidad. Desde allí, la cultura llega a ser el engranaje que se nutre de los rituales, las creencias, los mitos y las epistemes de un grupo determinado de individuos, quienes comparten no solo un espacio determinado de interrelación, sino procesos trans-generacionales que los dinamizan, fortalecen y permiten su constante evolución.
El ser humano se ve expuesto a una serie de cambios e influenciado por todo aquello que su medio le ofrece. Por lo tanto se construyen diversas culturas, cada una con una identidad única e irrepetible, y de igual manera estas no se mantienen estáticas, evolucionan y se modifican.

Por otra parte cuando hablamos de los rasgos característicos sobre la cultura, comprendemos que estos la clasifican según sus elementos, su desarrollo, su extensión y detallista. Según sus ELEMENTOS se encuentra materiales (fiestas, alimentos, ropa (moda), construcciones arquitectónicas, instrumentos de trabajo); simbólicos o espirituales (creencias, religión, valores, ética, actos humanitarios, sistemas políticos, lenguaje, tecnología y ciencia); según su DESARROLLO se encuentra clasificada en primitiva (que mantiene rasgos precarios); civilizada (permite el desarrollo, la sociedad); analfabeta (se maneja con lenguaje oral, y no maneja la escritura); alfabeta (incorpora el lenguaje escrito y oral); según su EXTENSIÓN se clasifica en universal (rasgos más comunes en una sociedad ej. el saludo); total (todos los rasgos particulares de una misma sociedad); particular (diferentes culturas de un mismo país); DETALLISTA  se clasifica en tópica (lista de categorías, religión, economía); histórica (adaptación al ambiente y vida común); mental (ideas que distinguen a la gente de los demás); estructural (ideas, símbolos, o comportamientos interrelacionados); simbólicos (significados asignados que son compartidos por una sociedad) (2008, p.9).
Lo anterior tampoco alcanza a describir todos los rasgos que tiene la cultura, pero se logra comprender de manera global que esta posee unos aspectos característicos.  Finalmente es importante reflexionar que a través de la cultura el hombre puede y debe ser capaz de reflexionar sobre si, sobre sus convicciones y su visión moral y ética.




[1] OBRAS COMPLETAS DE ALFONSO REYES, XI Ultima Tule - Tentativas Y Orientaciones  - No Hay Tal Lugar Fondo de Cultura Económica 1997 MEXICO.

¿CUÁL ES SU POSICIÓN FRENTE AL PLANTEAMIENTO MARXISTA DE CULTURA? ¿ENCUENTRA ACTUAL SU PERTINENCIA?


Planteamiento marxista: “El dominio de lo cultural (constituido sobre todo por la ideología) es un reflejo de las relaciones sociales de producción, es decir, de la organización que adoptan los hombres frente a la actividad económica. La gran aportación del marxismo en el análisis de la cultura es que ésta es entendida como el producto de las relaciones de producción, como un fenómeno que no está desligado del modo de producción de una sociedad. Asimismo, la considera como uno de los medios por los cuales se reproducen las relaciones sociales de producción, que permiten la permanencia en el tiempo de las condiciones de desigualdad entre las clases”.[1]

Desde la concepción marxista, de alguna manera, la cultura estaría en manos de quienes en esencia viven la realidad del pueblo, el proletariado. Así, la cultura no es un marco ideológico desde el cual se explican todas las realidades, como la pueden entender las sociedades burguesas, ni un cúmulo de vivencias y expresiones que dicen del sentir de una minoría, utilizadas como “herramientas” de alienación, sino que la cultura es producto del quehacer de individuos concretos, dependiendo de su acción y sus condiciones materiales de vida.

Por otra parte el planteamiento marxista, aunque como se menciona en la lectura, es poco esperanzador, se acerca mucho a la realidad actual. Los acontecimientos a los cuales estamos sometidos reflejan evidentemente la división de clases sociales y su notable influencia en el desarrollo de las diversas culturas en el mundo, que muestra la cultura como resultado de las tensiones entre las relaciones de producción y consumo, enmarcadas en el capitalismo, manteniendo la supremacía de una clase dominante sobre una clase oprimida, lo cual ha marcado la manera en que los grupos y comunidades se han organizado para satisfacer sus necesidades y así han ido moldeando su propia cultura. Por ello encontramos una serie de inequidades que de una u otra manera generan descontento e incertidumbre en las poblaciones menos favorecidas; Marx desconoce al propio individuo como actor de su propio desarrollo, capaz de influir en la sociedad también donde la cultura es dinámica y cambiante, lo cual es un fundamento para los proyectos de desarrollo que se construyen desde las comunidades y que deben apuntar a tener relevancia e importancia también ante las grandes economías.




[1] RUBIO CARDONA, Ricardo Alfredo. Módulo perspectivas culturales. UNAD. Bogotá. D.C. 2.010. Pág.20.

¿CÓMO DESCRIBE LA RELACIÓN ENTRE GLOBALIZACIÓN Y CULTURA?


“La globalización es un proceso que está determinado por el desarrollo de determinadas leyes y fenómenos económicos de naturaleza objetiva que se presentan a nivel mundial del sistema capitalista de economía, que se diferencia por las nuevas relaciones de interdependencia que se establecen entre los pueblos.” (Pablo, Guadarrama. 2003)[1]

A partir de este punto de vista, la relación entre Globalización y Cultura se centra en que ambas se nutren de las relaciones de interdependencia que se establecen, es decir, tanto la globalización como la cultura dependen de que se generen procesos de responsabilidad entre y con los actores, de una u otra manera, sino se interrelaciona, sino se generan dinámicas de vinculación en los contextos y en los sistemas o dimensiones en los que el ser humano se desenvuelve, el proceso se torna rígido, no fluye y perece, así, tanto la cultura como la globalización requieren ser activos en el proceso. La globalización y la cultura, obviamente mantienen una relación muy estrecha, estos elementos obviamente juegan cada uno un importante papel en la construcción del otro, pero si interactuaran con equilibrio, los resultados serían más satisfactorios, la globalización hace de este mundo un lugar con grandes avances tecnológicos y científicos que mejoran notablemente la calidad de vida de las personas, y la diversidad cultural se mantendría si dichos avances actuaran sin vulnerar la diferencia y sin apoderarse de la identidad del ser humano.

“Las dinámicas de globalización en auge desde el renacimiento, adquieren en la época contemporánea modalidades de expansión y control que junto a la violencia física, avanzan en el campo de la violencia imaginaria y simbólica, como intentos por definir la realidad, los Otros y el valor diferencial de los productos, vidas, símbolos y culturas de la metrópoli con relación a aquellas del denominado “Tercer Mundo”; de dichas definiciones se deriva una concepción del atraso y del progreso, junto con los estándares a cumplir y los mecanismos para lograrlo.” [2]

Desafortunadamente en la actualidad no existe el equilibrio esperado en la interacción entre globalización y cultura, y nos han hecho creer que la globalización es la oportunidad para acceder a los grandes  mercados, que es una apertura al mundo de las oportunidades, que es la salida a los tantos males que acaecen sobre la humanidad, porque es en el sector económico donde están las ganancias y el acceso a los recursos para solucionar problemas. Al menos, eso es lo que se plantea desde el capitalismo salvaje, que pretende solucionarlo todo con dinero. Por lo tanto actualmente la globalización es la oportunidad para los grandes capitales, todo es comercio y todo es negocio y hoy, lastimosamente, ni la cultura se salva de convertirse en mercancía.  Entonces, quizás no sabemos qué nos espera en términos culturales a futuro, porque este desarrollo científico -  tecnológico se acelera cada día más y las transformaciones de todo tipo que a diario se dan, nos muestran tan solo un panorama de incertidumbres.

La globalización impacta la cultura en su afán de consumismo, a través de los medios masivos de comunicación que utilizan diversas estrategias de mercado para llegar a toda la población y con un gran poder además político, ya que han puesto los estados a su servicio. A pesar de que esto ha influenciado de manera contundente en la cultura, es importante tener en cuenta que tanto globalización como cultura se transforman, porque ambas son dinámicas y cambiantes, ambas tienen poder, la cultura no se puede ver con débil frente a la superestructuras económicas globalizantes, pues a través de la educación la cultura puede adquirir mayor poder frente al mercado. La globalización y la cultural le ofrecen al ser humano la posibilidad de crecer y ganar una mayor realización en su vida, sin embargo es el ser humano quien debe lograr el equilibrio de estos dos elementos  en su quehacer diario y de esa manera su cotidianidad le permita crecer en los diversos aspectos que le conforman y conservando su esencia e identidad.




[1] John Mauricio Goyeneche,  Convivencia y Expresiones Culturales. UNAD, BOGOTA D.C. 2008. Pag. 29
[2] RUBIO CARDONA, Ricardo Alfredo. Módulo perspectivas culturales. UNAD. Bogotá. D.C. 2.010. Pág.4.


CARACTERÍSTICAS CULTURALES REGIONALES Y EL IMPACTO DE LOS PROCESOS DE LA GLOBALIZACIÓN

Colombia es un país rico en diversidad cultural, que puede ofrecer al mundo la oportunidad de deleitarse con infinidad de manifestaciones que hacen parte de la identidad de su gente, no obstante todas las regiones a lo largo y ancho del territorio nacional se han visto notablemente influenciadas por el fenómeno de la globalización. En este corto recorrido por algunas de las regiones de nuestra nación mostraremos un poco de nuestras culturas en la actualidad.
Iniciamos con la ciudad de SANTA FE DE BOGOTÁ, se fundó el día 6 de agosto de 1538, por el español Gonzalo Jiménez de Quesada. Es importante recordar que sus antepasados eran indígenas del altiplano cundiboyacence, Los Muiscas,  un pueblo de agricultores, excelentes orfebres y alfareros que dejaron invaluables tesoros, pero después de la conquista las manifestaciones culturales mutaron o desaparecieron en su gran mayoría, la adaptabilidad de algunos pueblos les brindó  supervivencia en declive de su dignidad.
Actualmente dentro de la economía existe el imaginario de que las marcas extranjeras son de mejor calidad, cayendo la economía nacional en un maniqueísmo burócrata. La economía local son las micro-empresas, es decir, las panaderías, carnicerías,  tiendas, etc, en contraste con los supermercados y los centros comerciales que no dan espera para invadir el mercado y vender no solo productos, sino emociones como lo hacen también los medios de comunicación.
Respecto a la Malla Vial, Bogotá tiene 15.327 kilómetros carril de vías, solo el 6% está dedicado al Subsistema de Transporte. De esos, 4.873 kilómetros están pavimentados y 2.092 están sin pavimentar e incluso en construcción. Cabe decir que los barrios periféricos carecen de vías en buenas condiciones, cuando llega la época de lluvias barrios de diferentes localidades se inundan provocando entre otras cosas derrumbes, desplazamiento y propagación enfermedades. El desplazamiento ha llevado que la ciudad crezca fuera de la planeación distrital, obligando a las poblaciones a asentarse en terrenos no aptos y quedar desprotegidos. En cuanto a la Localidad 4 de San Cristobal Sur, según el diagnóstico físico y económico titulado Recorriendo San Cristóbal, realizado en el 2004 por el Departamento Administrativo de Planeación Distrital, se afirma: San Cristóbal es una de las cuatro localidades de Bogotá consideradas críticas, por tener las más altas proporciones de población pobre […]. Adicionalmente, la localidad concentra la mayor cantidad de población en miseria en relación con el total de su población según NBI, lo que indica que la problemática de miseria adquiere la mayor relevancia en esta localidad.
Continuamos con el EJE CAFETERO, la cultura cafetera caracterizada por familias numerosas,  que construían grandes haciendas y casonas para albergar no solo a la familia sino a los trabajadores,  su vestido típico con carriel, poncho y sombrero, sus tierras colmadas solo del cultivo del café.  Su medio de transporte el jeep, que cargaba de todo por las carreteras más peligrosas. Poco a poco el eje cafetero se fue transformando en un destino turístico, esto debido a que la bonanza del café ya no era igual a los viejos tiempos, donde el café daba para todo. La fábrica de café liofilizado brindaba a los habitantes de Chinchiná las mejores oportunidades de empleo y bienestar, eran las familias ricas y mejor acomodadas del pueblo, pero poco a poco fueron liquidados y despedidos de sus puestos, para empezar a contratar mano de obra barata. Los habitantes tuvieron que empezar a buscar otro tipo de empleos informales como el rebusque. El café que fue la base de las economías campesinas, pasa a embellecer el paisaje con el propósito de atraer turistas. El desarrollo de Chinchiná se ve absorbido por las dos capitales que tienen a su alrededor: Manizales y Pereira y pareciera que estuviera estancado en sus posibilidades de progreso. Empiezan a aparecer una serie de culturas urbanas, la delincuencia y drogadicción se apoderan de estas culturas, las personas se ven en la necesidad de emigrar a otros países en busca de un mejor futuro, el porcentaje de la población que emigro fue representativo, pero a partir de unos cinco años atrás tuvieron que regresar. Existe un restringido acceso a la educación superior, lo cual contribuye a agravar la situación, sin embargo, en los últimos cinco años el municipio trata de hacer un esfuerzo por fomentar la Educación superior e impulsar la creación de espacios públicos de recreación y deporte. El panorama es desalentador, sin embargo, las personas continúan conservando muchos de los rasgos culturales, tratando de dar empuje a la región a través del turismo. 
Pasamos al DEPARTAMENTO DEL PUTUMAYO, que se levanta imponente entre selvas, ríos y cordilleras en el suroccidente del país entre las fronteras de Ecuador y Perú. La historia nos habla de las diferentes bonanzas que han existido en este lugar, desde aquella que inició con la quina, pasando por la bonanza del caucho, la maderera, la petrolera y la cocalera; no sabemos qué otras vendrán pero ya se hace alusión a las bonanzas mineras, quizás la proyección de la locomotora minera del gobierno actual, tal vez tenga en la mira a este territorio para que continúe la depredación que por décadas ha sido una constante. Putumayo es un territorio de ancestros indígenas, aquí forjaron su desarrollo las culturas: Inga, Camëntsá, Kofanes, Huitotos, entre muchas otras, las cuales con el tiempo se han visto desplazadas de su territorio, menguadas, sometidas y hoy al borde de la extinción. Con la violencia de los años cincuenta en el siglo inmediatamente anterior, fue un territorio de refugio para muchas personas provenientes de diferentes partes del país; y con el tiempo y las circunstancias se convirtió nuestro departamento en receptor de familias enteras que buscaban mejores oportunidades a favor de una vida digna que el Estado no les garantizaba. Sin embargo, como dijera Heráclito de Éfeso, “todo cambia, todo fluye”; y hoy, este territorio se ve influenciado como cualquier lugar del mundo por el desaforado avance técnico-científico que en el peor de los casos exprime, subyuga y somete.
Finalizamos nuestro recorrido con la CIUDAD DE PASTO, la denominada ciudad sorpresa de Colombia, posee una altura de 2.559 metros sobre el nivel del mar y una temperatura media de 14 grados centígrados. Con aproximadamente 400.000 habitantes, quienes en el sector urbano dependen del comercio, los servicios y la industria, destacándose el procesamiento de alimentos y las artesanías. Es una ciudad donde se siente la presencia del pasado, mostrando un contraste arquitectónico sin igual con edificaciones de la época republicana y casas modernas. Esta ciudad se caracteriza por sus bellos paisajes, reservas naturales y centros culturales. El aspecto cultural de la ciudad está enmarcado en el carnaval de negros y blancos, el barniz de pasto, arquitectura religiosa de diferentes estilos, museos, bibliotecas y centros educativos. 
El Pasto de hoy es el resultado de su interrelación con el entorno regional como epicentro de la vida social, económica, cultural y política del Departamento de Nariño con el resto del País, condicionada por un modelo de crecimiento económico nacional Con la llegada de los medios masivos de comunicación, el incremento de escuelas, colegios y universidades, se cambian los modos de vida de los habitantes y progresivamente el hombre urbano se va alejando de sus raíces campesinas para dar paso a nuevas dinámicas, vestuarios, hábitos, costumbres y actividades propios de una ciudad “moderna”, aspectos que influyen principalmente en las últimas generaciones.
Todos los cambios que han sufrido las diferentes regiones de nuestro país, sin lugar a dudas ha llegado de la mano de la globalización, la misma que en palabras de Guadarrama no es otra cosa que “un proceso que está determinado por el desarrollo de determinadas leyes y fenómenos económicos de naturaleza objetiva que se presentan a nivel mundial del sistema capitalista de economía, que a diferencia de sus predecesores - la internacionalización y la transnacionalización como manifestación de la mundialización- se diferencia por las nuevas relaciones de interdependencia que se establecen entre los pueblos.”[1] Hoy no es raro entonces, ver a la gente, sobre todo a los jóvenes, entregados por completo a la tecnología que nos ofrece la sociedad de consumo, que somete al individuo y lo hace parte del nefasto mundo del comercio pese a perder su propia identidad.



[1] Tomado de: GOYENECHE, Jhon. Módulo de convivencia y expresiones culturales. UNAD. Bogotá. D.C. 2.008. Pág. 30.


Mirador de Juan Rey: Centro Ecoturístico del suroriente


Bogotá Carrera 7. Estatuas: Expresión del Rebusque 



Parque Nacional del Café. Desino Turístico




Indígenas Camëntsá produciendo aromáticas industrialmente. Sibundoy - Putumayo


Celebración del carnaval indígena, Febrero 2.010 - Sibundoy
Cambios en las generaciones pastusas

BIBLIOGRAFIA

  •  MARQUÍNEZ, Germán. Filosofía en perspectiva latinoamericana. Edit. EL BUHO. 2a edición. Bogotá. 1.983.
  •  MEZA, Mercedes. Fundamentos filosóficos. UNIMAR. Pasto.
  •  POVEDA, David Ramiro. Módulo cibercultura. UNAD. Bogotá. D.C. 2.010
  • RUBIO CARDONA, Ricardo Alfredo. Módulo perspectivas culturales. UNAD. Bogotá. D.C. 2.010  GOYENECHE RODRÍGUEZ, Jhon Mauricio. Modulo expresiones Culturales. UNAD. Bogotá, 2008.
  •  MATEOS, Araceli. Cultura política. Lectura aportada en el modulo Cultura política. UNAD.
  • BARBERO, Jesús Martin. Medios y culturas en el espacio latinoamericano. Revista de cultura Nº 5 Pensar Iberoamérica. Enero – abril 2004. Tomado de  http://www.campus-oei.org/pensariberoamerica/ric05a01.htm.
  •  http://www.pastocity.com/pdf/CIUDAD%20SORPRESA%20A.pdf
  • http://contenido.metrocuadrado.com/contenidom2/ciudyprec_m2/inforbog_m2/informacingeneralbogot/ARTICULO-WEB-PL_DET_NOT_REDI_M2-2026144.html